EL DESTINO
Era el nerviosismo del encuentro (creo).
Ella lo abrazó fuertemente y Él la miró fijamente a los ojos como preguntándole ¿Por qué?.
Estaban rodeados de gente y nada podían aclarar en aquel momento… Sus miradas querían preguntar, sin embargo sólo se limitaron a observarse mutuamente y recordar “viejos tiempos”, cuando había tanto que disfrutar… cuando había tanto que callar…
Ella había llegado a Santiago (de vacaciones) hace veinte años atrás, él un muchachito entonces, había venido también a la casa de su hermana (de vacaciones).
Las circunstancias de la vida los reunió en la casa pequeña de Pedro de Valdivia, donde por varias semanas se juraron amor eterno, de aquellos que prometes todo un fin de semana.
La Patty había prometido escribir y a la vez juntarse para las siguientes vacaciones, cosa que jamás volverían a hacer.
Supongo que habían hecho planes para el futuro, pero nunca se concretaron.
La Patty, madre de dos hijos, a los que visitaba para las vacaciones, había decidido dar término al romance con mi tío. Para ello escribió tres cartas.
Llegaron a mis manos pro casualidad hace veinte años, nunca supe porque no llegaron a destino. Al abrir las cartas, grande fue mi sorpresa al encontrar jeroglíficos en vez de letras legibles; sin embargo al intentar reunir algunas letras, lentamente la carta fue siendo comprensible…
Ahora entiendo la soledad de la Patty, el complejo de ser mucho mayor que mi tío y comprendo, aunque no comparto la renuncia al amor…
Ella en aquel tiempo, trabajaba en el Norte, y era mucho el sacrificio de estar tan sola y seguir así, hasta el día de hoy.
Hace siete años le conté a mi tío, la existencia de las cartas, las que no quiso leer, sin embargo como respuesta a las mismas, me entregó un poema escrito por él, refiriéndose a las cartas que él jamás recibió.
Hoy, ellos se miran de un sillón a otro…como que se dicen cosas, o como que no se dicen nada.
Sin embargo quiero ver felicidad en el rostro de la Patty que lo mira y piensa: “Si es que…” Y yo desde aquí mirándolos pensando en que quizás las cartas pudieron haber cambiado el destino de esas dos almas.-
PK2
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